La vivienda es un derecho constitucional y un derecho humano. Más aún, la vivienda digna es un derecho constitucional y un derecho humano. Estas afirmaciones verdaderas, rotundas, que entroncan con la dignidad humana que emana del Evangelio, están lejos de ser una realidad en nuestro país.

La especulación por parte de los fondos buitres, la inacción o la complicidad de los gobiernos autonómicos competentes en materia de urbanismo y vivienda, el turismo y la gentrificación, y décadas de malas políticas del suelo y la vivienda que arrancan en la dictadura franquista, hacen que el acceso a la vivienda sea inviable para la clase trabajadora.

Tampoco para las personas destinatarias de nuestro trabajo diario, aquellas que son la razón de ser de nuestra labor, tienen acceso a este derecho. Sus procesos de integración social, a veces muy costosos en lo personal, se ven dificultados o imposibilitados por este bien de primera necesidad.

Convocada por diversas entidades, este domingo diez de febrero, a las doce del mediodía, arrancará una manifestación que partirá de Atocha y finalizará en la Puerta del Sol.

Por el derecho a la vivienda de las personas que acompañamos y el nuestro mismo, os invitamos a participar en esta movilización.

Nos vemos el domingo.