La injusticia nos hiere a todos, y hoy, al ponernos del lado de la plantilla de CEAR, hemos afirmado nuestro compromiso con una sociedad más justa y compasiva. Recordándonos que la solidaridad es el verdadero motor del cambio social. No podemos quedarnos indiferentes ante la desigualdad y la injusticia que sufren nuestros compañeros de CEAR, pues cada una de nuestras acciones, por pequeñas que parezcan, contribuye a tejer el tapiz de un mundo mejor. Si dejamos pasar el daño ocasionado a nuestros compañeros, lo más probable es que mañana seamos nosotros los dañados.
Sigamos el ejemplo de la plantilla de CEAR, dejando que su valentía y determinación nos inspiren a levantar la voz contra cualquier forma de discriminación y explotación. Juntos, podemos construir un futuro donde el respeto y la dignidad sean los pilares sobre los que se sustente nuestra sociedad y el trabajo.
Ojalá se sigan levantando voces de solidaridad en todos lados y todos los días, que continúen con la justa lucha contra el incremento de la desigualdad entre los poderosos y los empobrecidos, entre los directivos y los trabajadores, entre los señores y los esclavos.